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María es una niña muy alegre pero lleva unos días un tanto extraña,
no sonríe como de costumbre y su madre ha observado que este año no tiene ilusión
por el carnaval, no sabe que le ocurre pero ha decidido preguntarle.
María refleja que
todos sus amigos se han comprado un traje de carnaval muy bonito y muy caro
pero ella no puede y es consciente de que en su casa no es posible hacer esos
gastos, sabe que sus padres no encuentran trabajo y su hermano pequeño necesita muchas cosas
porque padece una discapacidad física. Aun así ella se encuentra mal porque
sabe que este año le tocará repetir disfraz y sus amigos se reirán de ella.
Después de contarle a su madre lo que le ocurre, Carmen que es la madre de María piensa en cómo
se siente su hija y no quiere verla sufrir por lo que se decide a hacerle un
traje de loro a María con recortes de
trajes de otros años y con cosas recicladas que se encuentra por casa. Cuando María
se va al colegio y cuando está durmiendo su madre con mucho trabajo e ilusión aprovecha para hacer su traje sin que ella se
entere, porque quiere que sea una sorpresa.
Ya han pasado cuatro días desde que María comunica a su
madre lo que le ocurre y solo queda un
día para el gran Carnaval. Carmen no ha
querido decirle aun a su hija que está haciéndole un traje por lo que María sigue mostrando su tristeza.
Llega el gran día, las calles están llenas de gente con
grandes disfraces y todos están alegres y felices, mientras tanto María se ha
levantado y solo mira por la ventana mientras que su cara refleja una gran
tristeza. Ha decidido que no quiere salir porque sabe que lo va a pasar mal y
decide volverse a la cama.
Carmen la madre de María ha pasado toda la noche sin dormir
para acabar el traje de loro y sin darse
cuenta se ha quedado dormida cuando ha llegado la mañana. De repente se despierta de un salto pensando que María se ha marchado
al carnaval pero se encuentra que sigue en la cama tumbada.
Carmen se sienta en
la cama con ella y le dice que si no piensa salir a la fiesta de carnaval y
ella refleja con su cabeza que no y verbaliza que no quiere que todos se rían
de ella por ir con un disfraz antiguo. De repente Carmen se va de la habitación
y viene con una gran caja con un lazo. María la mira con cara de sorpresa y
esboza una sonrisa, cree que su madre le ha comprado un traje de carnaval, pero
al abrir la caja se lleva una sorpresa mucho más grande, es el traje de
carnaval más bonito del mundo y sabe que lo ha hecho su madre con sus propias
manos. De momento María se avalancha con un gran abrazo a su madre y le
agradece que haya hecho eso por ella ya que sabe que le ha supuesto un gran
esfuerzo.
María se viste con
gran ilusión y sale muy feliz a la calle con su traje de loro de carnaval, a
medida que avanza la gente la mira con sorpresa y le comunican que es un traje
muy bonito y muy original y ella con gran orgullo contesta que es el más bonito
del mundo porque se lo ha hecho su madre con mucho cariño.
Una vez que ha llegado a la plaza donde se concentran todas
las personas, pasa por el desfile y para su gran sorpresa toda la gente la mira
anonadada y el jurado decide que el premio del carnaval se lo merece María con
su maravilloso traje de loro.
LA MORALEJA DEL CUENTO:
“A veces no es cuestión de tener lo mejor y lo más caro sino
de conseguir hacer que pequeñas cosas con mucho trabajo se conviertan en cosas
maravillosas”